Los trabajadores del sector de los videojuegos todavía no tienen un sindicato que les defienda de las horas extra no remuneradas, la inestabilidad laboral y la discriminación de género. Game Workers Unite busca ocupar ese lugar, siguiendo el ejemplo de asociaciones como FemDevs, que llevan años defendiendo los derechos de las mujeres.
|
etiquetas: videojuegos , tecnología , mundo laboral