Moscú, Washington y Varsovia. EFE y AFP. La construcción de un escudo antimisiles de la OTAN en Europa, que Rusia ve como una amenaza a su seguridad, está aumentando la tensión entre ese país y Estados Unidos. De hecho, el viernes se acusaron mutuamente de actividades agresivas en el mar Báltico. El presidente ruso, Vladimir Putin, reaccionó con dureza el viernes, con la advertencia de que Moscú se verá obligado a tomar medidas para “poner fin a las amenazas” que supone el despliegue de aquel sistema, sobre todo en Polonia y Rumanía.