Trabaja para un constructor de esos que levantan ciudades de vacaciones junto al mar y cobra buena parte de su sueldo en especia, esto es, que el jefe le pone un apartamentito dentro del complejo. Y así se ahorra "un pastizal en hipoteca", me dice. Vive en los dominios de su señor, en una casa que no le pertenece, de la que se levanta cuando sale el sol para ir a trabajar también en las tierras de su señor, hasta que el sol se pone. "Te falta una muralla alrededor del resort, con su foso y su puente levadizo", le digo yo, por aquello de que la confianza da...