Llegó a ser reconocido como el mejor ventrílocuo del mundo, pero fue mucho más que eso. Pionero español de la robótica, este valenciano universal hizo realidad los sueños de E. T. A. Hoffmann y Carlo Collodi al dotar de alma a sus personajes que, de tan reales, parecían actores de carne y hueso.
|
etiquetas: asombrosos , autómatas , francisco sanz