"El toreo será abolido, si no por decisión parlamentaria –lo que sería lo suyo–, por abandono de una sociedad que ha madurado, se ha sofisticado, da la espalda a los festejos crueles y viene a proclamar: la tortura sí es arte y sí es cultura, pero no debiera serlo", reflexiona el autor.
|
etiquetas: toros , arte