Científicos financiados por la Marina de los Estados Unidos han revelado que han implantaron electrodos en el cerebro de langostas y han "secuestrado" su actividad neuronal para detectar gases liberados por sustancias como el nitrato de amonio, comúnmente utilizado por grupos terroristas para fabricar bombas, y los explosivos militares TNT y RDX. Para controlar sus movimientos fueron puestas en pequeños robots con ruedas. También trabajan en "nanotatuajes" a base de seda que permitirán a los operadores mover los insectos sin vehículo.

Una ingeniera se implanta un chip RFID en su brazo para poder abrir su Tesla Model 3 con el cuerpo. ¿La última frontera del biohacking?

En la escuela nos enseñan que hay un gen dominante para los ojos marrones, y uno recesivo para los de color azul. En realidad, los rasgos no suelen pasar de una generación a otra de forma tan simple. Normalmente, el desarrollo de un rasgo depende de varios genes, cada uno de ellos con un cierto grado de influencia. Además, cada gen puede intervenir en muchos rasgos diferentes, un fenómeno llamado "pleiotropía" (Por ej. existen ciertas variantes genéticas asociadas con el autismo que están vinculadas también con el desarrollo de esquizofrenia).

El biohacker Tim Cannon intentaba popularizar los implantes que mejoran las capacidades humanas cuando vio la oportunidad de centrarse en el ganado. Tres vacas ya llevan su especie de Fitbit subcutánea, pero el CEO de Livestock Labs sigue intentando incorporar su tecnología en personas

En una conferencia titulada Biohacking y Robótica chilena en LAC: Rompiendo el paradigma, el experto en robótica, Rodrigo Quevedo, junto a su equipo de desarrolladores, abordaron la historia y vanguardia de la robótica chilena. La cita también sirvió para exponer los últimos trabajos personales, de Robotics Labs, Rotatechno y abordar el rol del biohacking en el transhumanismo.

La simplificación de las técnicas relacionadas con la biología molecular y el acceso al conocimiento ha potenciado el desarrollo de la filosofía DIYBio (Do It Yourself Biology – «Haz tu mismo biología») a nivel mundial. Este movimiento, potenciado incluso desde las universidades, trata de trasladar el conocimiento desde los laboratorios a los garajes por los biohackers a semejanza de lo ocurrido con la informática. El problema que plantea esto es la presumible falta de control de las líneas de investigación que se puedan llevar a cabo ..

En Valladolid se reunen todos los jueves, un grupo de makers, para compartir sus conocimientos, entre sus retos, hacer nacer un pollito sin cascára, crean la incubadora, y lo siguen por streaming. Simplemente alucinante ver latir en directo el corazón del pollito, aun en estado embrionario.

¿Qué es el biohacking? Nuria Conde - fundadora de DIY Bio en Barcelona y experta en biohacking - nos explica cómo experimentar con la naturaleza y a crear dispositivos de laboratorios biológicos a bajo coste. Dentro de poco nosotros mismos podremos analizar nuestro propio ADN.

Desde sus orígenes, la Humanidad persigue la inmortalidad y la eterna juventud. El biohacking, también conocido con el nombre de Biología DIY (hazlo tu mismo) o DIYbio, tiene como objetivo mejorar nuestra condición humana poniendo al alcance de todo el mundo la nanotecnología, ingeniería genética, e implantes tecnológicos: chips, sensores, máquinas y otros mecanismos que nos permitan superar los límites físicos e intelectuales.

La moda del llamado Biohacking sigue creciendo en varias regiones del mundo, la cual consiste en implantarse chips NFC o RFID en el cuerpo para a...

Nacida en el mismísimo seno del MIT, la filosofía del hacking defiende el libre acceso, la libertad de información y la mejora de la calidad de vida para todo el mundo. Esos mismos valores son los que abanderan el biohacking, una manera de entender la ingeniería biológica. En el biohacking cualquiera puede coger unas cuantas placas de Petri, buscar un medio de cultivo barato y hacer sus propios cultivos con bacterias de todo tipo. O hacer su pruebas de ingeniería genética con vegetales del huerto. O probar dispositivos biotecnológicos diversos.

Un ingeniero hacker llamado Seth Wahle se implantó en su mano izquierda –entre el pulgar y el índice– un chip con una antena NFC para poder acceder de forma inalámbrica a sistemas de seguridad y dispositivos inalámbricos de todo tipo.

Una nueva ola de científicos underground se mete a fondo en la tarea de modificar la materia de la que estamos hechos. Bioproyectos con regulaciones legales prácticamente inexistentes dejan abierta la posibilidad de llevar a cabo experimentos cuyas consecuencias no son documentadas ni controladas. La organización DIY-BIO viene organizando conferencias y encuentros para discutir la creación de un código de ética biohacker. Retos y peligros de una nueva practica que parece tomada de la ciencia ficción.

El ingeniero electrónico y biohacker Brian McEvoy ha diseñado la primera brújula interna, y será la primera persona en probarla. El "Southpaw" (inspirado en la pulsera North Paw) funciona al sellar una mini brújula en una recubierta de silicio, dentro de una capa completa de titanio, para ser implantada debajo de la piel. Sobresale una hebra ultra fina, que se activa cuando el usuario se encuentra en dirección hacia el norte, al producir un ligero roce de alerta en la parte inferior de la piel.