La relación entre ciencia y espiritualidad ha vivido distintos momentos a lo largo de su historia, muchos de ellos marcados por turbulencias que confrontan a las principales premisas de ambas disciplinas. Sin embargo, también han existido memorables capítulos de comunión y entendimiento, confluencias registradas, por ejemplo, en el plano de la alquimia, y también con atisbos mucho más recientes como preceptos de la mecánica cuántica que alcanzan dimensiones ciertamente espirituales o con trabajos como el Tao de la física, de Fritjof Capra.