El estudio, llevado a cabo por los Museos Victoria y la Universidad Monash -ambas instituciones australianas-, contradice la teoría de que estos mamíferos prehistóricos solo usaban sus dientes para filtrar la comida y no para alimentarse. La reciente publicada investigación precisa que los antepasados de las ballenas barbadas modernas, entre las que se encuentran la ballena franca austral y la ballena azul, mordían y cortaban a sus enormes presas con sus dientes afilados, en lugar de utilizar sus barbas para filtrar el alimento.