La palabra metaverso nace de la unión entre meta (prefijo que significa “más allá”) y universo. En síntesis, un universo del más allá, que trasciende la frontera de lo real, convirtiéndose este en la “nueva realidad”. Así, lo que quiere hacer Zuckerberg con Facebook es tomar todo su catálogo de productos (redes sociales, realidad virtual y demás opciones para creadores y desarrolladores), y adaptarlos en un nuevo mundo virtual “hipermegarrealista”, en el cual los usuarios puedan existir (trabajar, estudiar o entretenerse).

El ‘Paisaje de la Luz’ de Madrid es ya Patrimonio Mundial. El pálpito en el equipo del alcalde José Luis Martínez-Almeida era bueno y,finalmente, esa sensación se ha visto confirmada por el equipo examinador. La capital de España se estrena así en este tipo de reconocimientos y se une así a los otros cuatro sitios de la región que ya recibieron esta distinción años atrás.Con la inclusión del Paseo del Prado y de El Retiro en el catálogo de joyas culturales y natural de la Unesco, España suma ya un total de 49 espacios que son Patrimonio Mundial

Un japonés se ha dado a la tarea de recrear Albarracín en un entorno totalmente virtual y que, además puede ser visitado por cualquiera. El usuario de Twitter Nobel Choco cuenta que en 2017 viajó a Albarracín y quedó encantado con sus características. Como en ese momento, explica el experto en modelado 3D, los drones aún no eran tan populares, se encargó de fotografiar las principales calles del encantador pueblo español con una cámara de mano. ¿El resultado? 14.000 fotografías desde todos los ángulos del poblado amurallado.

La expresión Metaverso fue acuñada por Neal Stephenson en su novel de ciencia ficción “Snow Crash” en 1992, donde los seres humanos (como avatares) interactúan entre ellos y con agentes de software en un espacio tridimensional que usa la metáfora del mundo real. “Metaverso” es una palabra compuesta del prefijo “meta” (significando más allá) y “universo”.

Polonia ha inaugurado un portal virtual, llamado PORTAL, que conecta Vilna (Lituania) y Lublin (Polonia) y que permite que las personas separadas por los 600 kilómetros que hay entre ambas ciudades puedan conversar en tiempo real a pie de calle.