Las agencias de Comunicación y relaciones públicas no solo se enfrentan en su trabajo diario con los ‘temibles’ periodistas’, siempre ávidos de la peor noticia que se pueda contar de los clientes de la agencia o bloggers o youtubers dispuestos a cobrar hasta por decir ‘hola’. Las agencias tienen que lidiar con sus representados, compañías que en muchas ocasiones no entienden el valor real de una agencia o consultora de Comunicación y que ven en los ejecutivos de cuentas en vez de un asesor, un apagafuegos o cuando menos, un mago que hace...