Pilar Tejera: “Si no soportáis dos meses en casa, imaginaos en una cabaña con tigres”. Porque Pilar Tejera ha vivido en soledad en desiertos y en selvas. Ha pasado meses en palacios y guarniciones militares, en barcos y chozas. Tuvo que recluirse, no para protegerse de un virus, sino de reyezuelos sanguinarios, emires déspotas, revueltas de nativos, tormentas, guerras, enfermedades tropicales y fieras salvajes. Eso sí eran confinamientos.