Dado que nadie sabe realmente cómo funcionan los algoritmos más avanzados con los que opera la inteligencia artificial, algunos se muestran aprensivos y han recomendado no usarla, pero eso sería un error. Sobre todo porque la inteligencia “natural” también es un misterio. Hay una preocupación particular en lo que respecta al ámbito de los servicios médicos, en donde se utiliza la inteligencia artificial para clasificar qué tipo de lesión cutánea es cancerosa, para poder diagnosticar el cáncer en una etapa muy temprana con una prueba de sangre..