El 20 de mayo de 1997, un preocupado Lord Campbell of Croy, político escocés, elevaba una consulta ante la Cámara de los Lores británica para conocer cuál era la postura del Gobierno sobre un videojuego de ordenador que, si bien no saldría a la venta hasta finales de año, ya estaba acaparando titulares negativos: "¿Es cierto que, como dicen, el juego incluye robos de coches, atropellos y persecuciones policiales, y que no habrá nada que impida que los niños lo compren?". Sí, era la primera edición del 'Grand Theft Auto'.