En todas las representaciones audiovisuales que consumimos, los romanos son blancos. Sin embargo, los romanos tenían una gran variedad de colores en sus pieles, desde la oscura piel etíope hasta las pieles más claras de origen asiático o nórdico, que configuraban el carácter mediterráneo y cosmopolita que tenía el Imperio. Siendo esto así, ¿por qué entonces los romanos aparecen tan blancos en nuestro imaginario?