(...) La gran ironía de Bluesky, todo está tan estructurado para que la gente se sienta cómoda, que se ha convertido en un lugar donde la conversación muere por asfixia. El diseño descentralizado y la falta de algoritmos agresivos hacen que el contenido apenas circule. Es como intentar encender una fogata con hielo. Bluesky tiene usuarios, sí, unos 32 millones según las últimas cifras que lo convierten en el mayor pueblo fantasma digital.