En la Galleria dell'Accademia de Florencia hay una escultura curiosa: el San Mateo de Miguel Ángel. Se trata de un bloque de mármol sin terminar, el primer trabajo en gran formato que el genio florentino dejó inacabado. En 1503 el escultor firmó con uno de los gremios de Florencia la realización de 12 apóstoles para que decorasen el Duomo de la ciudad. Pero sólo comenzó este San Mateo que, además, permite conocer cómo esculpía el maestro: retirando la masa pétrea desde una única cara, como si la figura emergiera del bloque de mármol.
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