Estudio que analizó 594 ataques en Florida desde 1971. En un 35% de los casos las víctimas habían intentado alimentarlos antes de ser mordidas. El 81% eran hombres. Más del 93% estaban en el agua o cerca de la costa cuando fueron mordidos. El 77% de los caimanes eran machos, en contra de la creencia de que los ataques a menudo son realizados por hembras que defienden nidos. Los campos de golf son puntos críticos (14%) y en estos el 75% eran personas que buceaban para recuperar pelotas y el 23% buscaban pelotas perdidas cerca o en el agua.
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