Sin informes oficiales que evalúen el impacto real de estas megaconstelaciones en la astronomía solo nos queda especular. Y no se puede resolver un problema tan grave —o determinar que no es tan grave— solo con especulaciones. Afortunadamente, después de una bochornosa etapa inicial de negación, la comunidad de astrónomos profesionales parece que va reaccionando poco a poco.
|
etiquetas: satélites , astronomía