Si no somos capaces de ponernos de acuerdo en torno a lo que pasó ayer mismo, ¿por qué damos por buenos los hechos que nos han contado siempre sobre el siglo VIII? Al Cid le acosó laboralmente su jefe, Alfonso VI. Cervantes nunca perdió una mano en Lepanto, pero sí estuvo a punto de perder sus extremidades en un par de ocasiones. La reina Juana no solo no estaba loca, sino que demostró una cordura encomiable al resistir 47 años de encierro... Estas y otro centenar de correcciones históricas están presentes en "Mentiras de la Historia de España"
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