Montero Glez se quedó flaco de pronto y pandemia. Sigue plantando semillas en los márgenes. Sabe bien que, mirando por ahí, su pluma sacará esos personajes que son más de hampa que de estampa. Tiene la mirada cansada pero no borra su curiosidad. Qué sería esto de escribir si uno perdiera la capacidad de sorprenderse, de ganarse otra pulla que pique, o lo de romper en carcajadas porque nunca se acostumbrará a todo.
|
etiquetas: entrevista , montero glez , escritor , libros