Cultura y divulgación
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Un viernes de abril...

El traqueteo de las bombas en su trabajo ya nos indicaba la temperatura del betún a los veteranos. La fábrica era un ser vivo lleno de latidos, pulsos, olores y colores. Un organismo vivo, que protestaba ante el maltrato o nos recompensaba con una sinfonía de sonidos de rodamientos agradecidos.

| etiquetas: carreteras , obras , construccion

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