Una vieja vía de ferrocarril elevada y sustentada sobre negros pilares de acero fue abandonada, durante más de 25 años, y amenazaba con derrumbarse sobre las calles. Cuando el ayuntamiento de NYC ya había iniciado los tramites de demolición, dos jovenes entusiastas, Joshua David y Robert Hammond, descubrieron que entre las vías férreas había renacido espontáneamente un maravilloso jardín de plantas y flores silvestres.
|
etiquetas: the high line , ferrocarril , parque , jardín , nueva york 
