Desciende las escaleras y dispara sobre una multitud, haciendo realidad la idea surrealista de disparar a una muchedumbre con pistolas en lugar de puños. Vomitaba sobre sus fans, se autolesionaba, desfilaba por la calle torpemente dando pasos hacia el abismo, que finalmente llegaría el 2 de febrero de 1979. Desde entonces, cada aniversario se organizarían en varias ciudades (Londres, Berlín…) concentraciones en homenaje a su figura, alimentando así el mito del músico punk yonqui.
|
etiquetas: sid vicious , sex pistols