La era helenística comenzó cuando los generales de Alejandro Magno dividieron su imperio en varios reinos. Este período estuvo marcado por la difusión del arte, la lengua y la cultura griega en general, que también incluyó la acuñación, la teoría monetaria y la banca. Egipto fue un lugar fértil para la adopción de las teorías de banca y moneda griegas, ya que albergaba ideas económicas avanzadas. Ptolomeo II se embarcó en enérgicos proyectos de obras públicas, al mismo tiempo que adoptó algunas políticas bancarias y monetarias griegas.