Los mejores escritores plagiaron a los más oscuros, a los más ignorados, a los peores. Y al plagiarlos les dieron honor y quizá los hicieron conocidos. Pues visto así, plagiar no está tan mal, después de todo. Si no fuera porque esta afirmación vertida por Domenico Giurati en El plagio no es sino una burla irónica. Este libro fue escrito en los tiempos en que Victor Hugo, al igual que tantos otros, luchaba por algo universalmente reconocido, los derechos exclusivos del autor sobre su obra.
|
etiquetas: plagio , literatura , domenico giurati