Las minas de oro del noroeste de la Península Ibérica, explotadas entre los siglos I y III d.C., proporcionaron el codiciado metal para acuñar áureos y sufragar campañas militares.
Pero aquí también crearon ciudades que rivalizaron con las de la provincia Itálica. No fue sólo sacar el oro y hasta luego Mari Carmen, es verdad que los que estaban aquí no lo pidieron, pero en general la vida y posibilidades de prosperar para un no-noble dentro del imperio romano era mejor que fuera de él.
"Incalculable" tesoro que apenas fueron unas toneladas de oro, ni la millonésima parte de la economía mundial actual. Además el oro no fue a Roma, sino que se utilizó para acuñar monedas que circulaban por todo el Imperio.
Disidente, eres un disidente!!
Siento por el trol pero es que me puede esa peli..