Cultura y divulgación
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La importancia de llamarse Chillida

Jaume Sunyer, Lamote, Perich y yo mismo corrimos escaleras arriba y encontramos en el suelo a Jordi Anguera, a quien Palazuelo daba patadas, mientras sangraba porque un diente le había perforado el labio inferior. Menos mal que los doctores Lamote y Perich, altos y fuertes, impidieron que Chillida diera un empujón a Oriol Palà para defenestrarlo cuando ya tenía un pie en el alféizar para llegar a la bandera española y quitarla de su palo. Una vez en tierra, Chillida continuaba dándole patadas a Oriol por todo el cuerpo...

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