Cultura y divulgación
5 meneos
164 clics

Si hubiera dios, si no hubiera suegra…

...Piensa en la suegra y sus mezquindades: “No sé de que te quejas, Laura, tu marido te ha abandonado, sí, pero te ha dejado una casa preciosa. Créeme, tienes más que mucha gente y, al menos, una hija sana. Mi pobre hijo, no podía soportar ver cómo sufría el niño”. Lo que la gilipollas no quiere reconocer es que la casa nunca fue de él, sino de ella. Y que fue Laura, “la inútil”, quien lo puso de patitas en la calle.

| etiquetas: relato , verano , suegra

menéame