Hoy navegan por los océanos buques tan inmensos que apenas hubiera sido posible que fueran imaginados por el más fantasioso escritor decimonónico. Ahí están, por ejemplo, esas gigantescas ciudades flotantes con más de 225.000 toneladas de registro bruto y más 360 metros de eslora como son los cruceros de la clase Oasis. Son el Oasis of the Seas y el Allure of the Seas, a quienes se unirán otros hermanos similares en los próximos años. Se trata de los barcos de pasajeros más grandes jamás vistos, pero ni mucho menos son los navíos más inmensos.
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