Quiso el destino que fuese Manuela Carmena, quien declarara la quiebra de Waimer S.A., hasta ese momento una empresa con la que los Franco habían mantenido relaciones comerciales con la Unión Soviética. Aquello sirvió para que la opinión pública se enterara de que el discurso del dictador contra el “enemigo rojo y ateo bolchevique” había sido un cuento chino más de los muchos que el dictador había contado a los españoles en sus 40 años de dictadura ya que, cuando se trataba de hacer dinero, poco importaba la ideología del cliente
|
etiquetas: franco s.a , cleptocracia franquista 
