Cultura y divulgación
5 meneos
432 clics
Este envío tiene varios votos negativos. Asegúrate antes de menear

La engañifa del bocata de calamares que en realidad no lleva calamar

El bocata de calamares lleva en la dieta de los madrileños desde hace relativamente pocas décadas, pese a que su introducción en la vida gastronómica de la capital se fragua desde la Alta Edad Media. Aún en el siglo XVIII, el traslado de pescado y marisco desde las costas cantábricas y atlánticas hasta el interior se demoraba cuatro días. Hace 200 años el transporte aún se realizaba gracias al servicio de postas o a los correos a caballo.

| etiquetas: calamares , madrid

menéame