Este es otro genocidio que no debe olvidarse, no solo para las nuevas generaciones de camboyanos, el mundo debe recordar lo que le sucedió a millones de personas bajo un régimen de terror. La ideología de los criminales no debe estar por encima de la justicia para intentar ocultar la verdad. Es un recordatorio y paralelismo de que los "elegidos" de dios (Israel) son tan genocidas como las huestes comunistas de Pol Pot.
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