"Que sí, cojones. No sé cómo decíroslo... Todo esto es un acoso y derribo", responde Eduard Fernández, en la piel de Enric Marco Batlle (1921–2022), durante una escena de Marco (Jon Garaño y Aitor Arregi, 2024). Es un momento tenso. Él contaba que había estado en el penal de Kiel, y que los nazis lo habían llevado después al campo de Flossenbürg, en Alemania. La historia tenía lagunas. El régimen franquista nunca llegó a reclamar a los deportados españoles; los pocos que sobrevivieron al Holocausto. Lo más habitual, de hecho, era que empezaran
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