Qué en 1999 el carácter novelesco de la figura de Aznar fuese evidente hasta para un niño de ocho años debería hacernos reflexionar. ¿Qué tiene este señor de intrínsecamente legendario y grandioso? ¿Por qué se ajusta tan bien al perfil de villano? Y mucho más importante: ¿por qué el niño que fui lo dibujaba vestido de Darth Vader junto a un dinosaurio embarazado que escupía fuego y un Superman con habilidades mágicas?
|
etiquetas: aznar , supervillano , político