“Érase un pececillo que era feliz en su pecera hasta que alguien lo quiso liberar y lo echó al mar. Estaba tan acostumbrado a vivir a su manera que se escondió bajo un alga y se echó a llorar.” Alguna vez en la vida, perderás tu pequeño mundo. Alguien romperá tu pecera y te echará al mar. Te sentirás frágil, inseguro sin ninguna oportunidad. Aunque tu mundo era chico, había comodidad, la rutina, las mismas caras, las reglas …