“La fe y la creencia son términos tan internamente relacionados como los términos sujeto y objeto (el sujeto que ve algo y el objeto visto por él). Se dice a veces “Les congregaba una misma fe” – y aquí fe es creencia-; otra vez : “Sufría por sus creencias” y aquí creencia es el contenido de su fe (por ejemplo, cuando alguien, lleno de fe, es decir, convencido de lo que dice, afirma: “calzo el número 40”, cuando el realidad, su pie era del número 43; una fe, por tanto, que le lleva a sufrir por sus creencias”(...)
Gustavo Bueno, "La Fe del Ateo", 2007