Las naves Voyager 1 y la Voyager 2, lanzadas hace 43 años y que están viajando a través del espacio interestelar, aún brindan nuevos conocimientos científicos. A 21 horas luz de la Tierra, las sondas todavía están informando datos, incluido el instrumento Plasma Wave Science (PWS) en cada nave, que utiliza el largo par de antenas en forma de V para medir oscilaciones en el plasma circundante. De estas oscilaciones, podemos inferir la densidad de electrones del ISM por el que viajan las Voyager.