Científico disidente, inventor de instrumentos para la NASA, creador del detector de captura de electrones que llevó a descubrir el agujero de la capa de ozono y padre de la hipótesis Gaia -que postula que la vida y la Tierra forman un todo interactivo y que el planeta puede concebirse como un solo organismo, un complejo sistema autoregulado que ayuda a mantener y perpetuar las condiciones para la vida-, James Lovelock tiene ya 102 años. Forma parte de la estirpe e pensadores que han llegado a centenarios y siguen ofreciendo su pensamiento.