Las esponjas marinas existen hace más de 500 millones de años, son animales simples, sin cerebro, sin nervios y sin órganos. Sin embargo, puede hacer algo asombroso que lleva a preguntarse cuál es la esencia de los seres vivos. "Si tomas una esponja y la pasas a través de una malla de tamaño muy pequeño -20 micras más o menos-, quedan unas células que, al moverse y chocar, hacen conexiones y poco a poco se organizan para formar todo el cuerpo nuevamente". Y esto nos lleva a la consciencia de nosotros mismos. Y a la paradoja del teletransporte