“Nuestros datos no cuestionan la eficacia de las mascarillas para prevenir contagios, pero muestran que su eficacia depende del contexto. Hay muchas situaciones en que son recomendables. Pero en las condiciones en que se utilizan en las escuelas, durante muchas horas seguidas, no siempre bien puestas y no siempre de buena calidad, no son una medida útil”, declara Clara Prats, investigadora del grupo de biología computacional Biocomsc y coordinadora del estudio.