En el experimento participaron 276 personas, la mitad monolingües griegos y la otra mitad, bilingües griegos y de una lengua germánica que contestaron un test sobre construcciones gramaticales basado en las llamadas ilusiones gramaticales.
Las ilusiones gramaticales son una categoría de discurso manipulador que engaña la mente de la misma manera que lo hacen las ilusiones ópticas, y que da por buenas frases que no tienen sentido.