Un equipo de científicos del Instituto de Catálisis y Petroleoquímica del CSIC (ICP-CSIC), junto con grupos del Barcelona Supercomputing Center-Centro Nacional de Supercomputación (BSC-CNS) y de la Universidad Complutense de Madrid (UCM), han desarrollado unas proteínas artificiales capaces de degradar microplásticos de tereftalato de polietileno o PET -uno de los plásticos más empleados, presente en muchos envases y botellas- y reducirlos a sus componentes esenciales, lo que permitiría su descomposición o su reciclaje.