Can Mata, el vertedero más grande de Cataluña, también es uno de los yacimientos con el registro fósil más interesante del país. A finales de la década de 1940, Miquel Crusafont encontró en la zona del actual vertedero la mandíbula y los dientes de un gran simio del Mioceno. Posteriormente se dieron más hallazgos y el lugar acabó estableciéndose como yacimiento paleontológico. Esto no impidió que el espacio empezara a funcionar también como vertedero.