En un estudio reciente, los científicos descubrieron que los aditivos químicos de uso común que se añaden a los alimentos procesados pueden tener efectos tóxicos en el sistema inmunitario, lo que contribuye a enfermedades como la inflamación crónica, la hipersensibilidad y los trastornos autoinmunes. El estudio descubrió que estas sustancias inmunotóxicas hacen que el cuerpo produzca menos anticuerpos, dejándolo más susceptible a las infecciones.