Estos resultados sugieren que el líquido cefalorraquídeo joven puede restaurar, hasta cierto punto, las capacidades cerebrales degradadas con el envejecimiento. Esto se debe a una proteína, Fgf17, implicada en el crecimiento celular, que se perfila como posible factor de rejuvenecimiento cerebral. Ciertos genes (diferentes en LCR de jóvenes y viejos) podrían usarse para obtener la misma respuesta. Los resultados obtenidos en este trabajo son sorprendentes y prometedores, pero todavía falta tiempo para que puedan aplicarse a seres humanos.