Puede que en la carrera por una alimentación más sana el café no sea el perdedor obvio, sobre todo porque su consumo se ha vinculado con un menor riesgo de sufrir ciertas enfermedades, incluidas las coronarias y algunos tipos de cáncer. Pero a medida que nos estamos volviendo más conscientes de la relación entre la dieta y la salud, se está culpado con más frecuencia a la cafeína de la ansiedad y los problemas del sueño. Como resultado, las compañías han detectado un creciente interés por el descafeinado entre los que aman el sabor o el ritual