Hay dos categorías generales de objetos interestelares que podríamos encontrar en el sistema solar. Una es la basura espacial, como la nave Voyager perdida en el espacio interestelar dentro de mil millones de años: desgastada, muerta, pero, aún así, todavía un endeble monumento de nuestra civilización tecnológica. La segunda categoría es la de los artilugios que funcionan con inteligencia artificial, a los que me gusta llamar "astronautas de inteligencia artificial", que buscan información y reflejan el proyecto de sus remitentes.