Un estudio llevado a cabo en Alemania demostró que, cuando los índices de contaminación eran más elevados durante un partido, la calidad de los pases de los futbolistas se alteraba hasta un 16%. Ahora, un estudio chino confirma esta tendencia, pero señala que la contaminación afecta más a los equipos visitantes, ya que los locales tendrían capacidad adaptativa a las condiciones en las que viven. El aire que inhala un deportista, por la frecuencia de su respiración durante la actividad, lleva las sustancias contaminantes a mayor profundidad.