Según comenta a SINC Luis Barreiro, profesor de Medicina Genética de la universidad estadounidense y coautor del estudio, “la peste negra fue el mayor evento de mortalidad de la historia; por eso, nos propusimos probar la hipótesis de que las personas que sobrevivieron a esta pandemia tenían variantes genéticas que aumentaban su protección contra Y. pestis”.
En el trabajo, además de la Universidad de Chicago, han participado investigadores de la Universidad McMaster (Canadá) y del Instituto Pasteur (Francia).