De momento, de nada ha servido el acuerdo de París contra el cambio climático, que han firmado 200 países, porque las emisiones mundiales de gases con efecto invernadero, como el dióxido de carbono, producidas por el sector de la energía han vuelto a subir un año más (en concreto, un 1% en el 2022) alcanzando un nuevo récord histórico de 37.000 millones de toneladas (Gt) en 2022. La AIE pronostica que estas emisiones procedentes de la quema del petróleo, gas y carbón seguirán subiendo hasta alcanzar su punto máximo durante esta década.